La ciudad y los perros (Fragmento)
El salón daba a un jardín lleno de flores. La ventana estaba abierta de par en par y hasta ellos llegaba un olor a hierba húmeda. El Bebe puso el mismo disco por cuarta vez y ordenó: "levántate y no seas aguado, es por tu bien". Alberto se había desplomado en un sillón, rendido de fatiga. Pluto y Emilio asistían como espectadores a las lecciones, y todo el tiempo hacían bromas, lanzaban insinuaciones, nombraban a Helena. Pronto se vería otra vez en el gran espejo de la sala, meciéndose muy seriamente en los brazos del Bebe, la rigidez se apoderaría de su cuerpo y Pluto afirmaría: "Ya está, de nuevo bailas como un robot".
"Listo, dijo el Bebe. Ahora me llevas tú". Comenzó a bailar, al principio muy despacio, tratando de imitar los movimientos del vals criollo, un paso a la derecha, un paso a la izquierda, vuelta por aquí, vuelta por allá.
"Ahora estás mejor, decía el Bebe, tienes que ir algo más rápido, con la música. Oye, tan-tan, tan-tan, juácate, tan-tan, tan-tan, juácate". Alberto se sentía más suelto, más libre y sus pies no se enredaban con los pies del Bebe.
"Vas bien, decía este, pero no es cuestión de mover sólo los pies. Tienes que acostumbrarte a llevar a tu pareja como se debe. No tengas miedo, la chica se da cuenta ahí mismo. Plántale la mano encima, fuerte, con raza. Le aprietas la mano con la izquierda, así, y si notas que te da entrada, la acercas poquito a poquito, empujándola por la espalda, pero despacio, suavecito. Si la muchacha se respinga o se echa atrás, te pones a hablar de cualquier cosa, habla y habla, risa y risa, pero nada de aflojar la mano…".
El vals ha terminado. El Bebe apaga el tocadiscos.
–Este se sabe las de Quico y Cacco –dice Emilio, señalando al Bebe–. ¡Qué sapo!
–Ya está bien –dice Pluto–. Alberto ya sabe bailar.
–Pero sólo ha aprendido el vals y el bolero –dice el Bebe–. Le falta el mambo.
–Ya no –dice Alberto–. Seguiremos otro día.
–Pero la fiesta es mañana –dice el Bebe.
Alberto se estremeció: "Es verdad, se dijo. Y para remate es en casa de Ana. Tocarán mambos toda la noche. ¿Me pasaré toda la fiesta sentado en un rincón, mientras los otros bailan con Helena?". […]
MARIO VARGAS LLOSA,
La ciudad y los perros
Punto de lectura, Madrid, 2006.
Actividad:
Lee atentamente y responde las siguientes preguntas:
1. Responde:
a) ¿En qué lugar se sitúa la acción de este fragmento de la novela?
b) ¿En qué época está ambientado el relato? Justifica tu respuesta con elementos del texto.
c) ¿Quién es el personaje principal o protagonista de la historia?
2. Según lo que dicen y hacen los personajes, ¿se puede afirmar que esta novela es realista o fantástica? ¿En qué basas tu respuesta?
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